Las muelas del juicio, también conocidas como muelas cordales, son los terceros molares.Es bastante habitual que las muelas del juicio aparezcan durante la juventud, en concreto entre los 15 y los 25 años, momento en el cual nuestra boca ya está formada, por lo que es frecuente que la erupción de los terceros molares genere problemas de apiñamiento o malposiciones. Cabe la posibilidad de que las muelas cordales no lleguen a salir, debido a la falta de espacio en las arcadas. Estas muelas no presentan ninguna aparente función en la dentadura.
Que las muelas del juicio salgan es una situación que puede acarrear múltiples problemas derivados de ella por el limitado espacio presente en la boca para adaptar estas muelas a la arcada. Algunos de los principales problemas que pueden generar las muelas cordales son:
– Desplazamientos de los dientes que desemboquen en una mala posición.
– Apiñamiento de las piezas dentales.
– Molestias tanto en las encías como en la propia dentadura.
Es recomendable que si presentas alguno de estos síntomas acudas a un profesional que pueda determinar cuál es tu situación y, así, determinar si es preciso extraerlas antes de que provoquen algún daño más grave y si son necesarios procedimientos más complejos, como la ortodoncia.
Preguntas Frecuentes
El procedimiento para la extracción de las muelas del juicio es el siguiente:
En primer lugar, se realiza un estudio de la boca y de la arcada para poder observar en qué posición y dirección van a erupcionar las muelas del juicio y las consecuencias que puede conllevar. Una vez realizado el estudio, se determinará si es necesaria su extracción o no, que dependerá de las consecuencias que pueda llevar consigo que salgan los terceros molares.
En segundo lugar, de ser necesaria su extracción, se aplicará anestesia local y se procederá a retirar las muelas del juicio.
Por último, una vez haya finalizado la intervención, el odontólogo indicará al paciente algunas indicaciones a seguir para recuperarse correctamente durante el postoperatorio.
En el caso de que los terceros molares estén saliendo, no es obligatorio extraerlos si no se observa que vayan a generar un daño en los dientes o la boca. No obstante, operarse de las muelas del juicio conlleva un beneficio que aportará al paciente una mejora en la calidad de vida, ya que evitará tanto las molestias que genera la erupción de dichas muelas y que posteriormente sea necesaria la aplicación de otros tratamientos más complejos, como la ortodoncia, debido a consecuencias que derivan de las muelas del juicio.
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