Una limpieza dental o profilaxis bucodental es un conjunto de tratamientos para favorecer la higiene bucodental con el objetivo de eliminar el sarro y la placa bacteriana que puedan presentar las piezas dentales y las encías. La duración de esta serie de técnicas suele ser de unos 30 minutos consiguiendo así prevenir ciertas patologías orales, como puede ser las infecciones periodontales.
El procedimiento para realizar una limpieza dental profesional es el siguiente:
En primer lugar, antes de comenzar con la limpieza propiamente dicha, se realiza un estudio bucodental para determinar el nivel de salud dental de cada paciente y ver si presenta alguna clase de patología en las piezas dentales. Esto se debe a que en el caso de que sí que se presente alguna clase de problemas en las piezas dentales se tendrá que observar la forma de proceder y establecer un tratamiento para solucionar dicho problema.
En segundo lugar, una vez realizado el estudio bucodental, se procede a comenzar con la limpieza dental. Primeramente, se comienza eliminando, mediante una punta de ultrasonidos, el sarro presente en la zona supragingival. Posteriormente, se eliminan las bacterias que se encuentran bajo la línea de las encías o zona subgingival, a través de una punta periodontal.
Por último, una vez eliminadas las bacterias presentes en las piezas dentales y las encías se procederá, mediante una punta de goma con pasta profiláctica, a pulir el esmalte de los dientes para devolverles su salud y brillo natural.
Preguntas Frecuentes
Una limpieza dental ofrece múltiples beneficios que ayudan a cada paciente a mejorar la calidad de vida en sus actividades rutinarias. Algunas de las principales ventajas que ofrece son las siguientes:
– Se trata de un tratamiento de corta duración, es decir, en una sesión de una duración inferior a 30 minutos se habrá finalizado el tratamiento.
– Mediante esta técnica se ayuda a prevenir ciertas patologías dentales, como infecciones gingivales, caries, infecciones periodontales, desgaste o incluso, la pérdida de la pieza dental, que supondría procedimientos más complejos.
– Mejora la estética, al conseguir unos dientes más blancos y rejuvenecidos, devolviendo la vitalidad y el brillo natural a tu sonrisa.
– Mejora la salud bucodental.
Después de una limpieza dental, es importante evitar ciertas actividades y comidas para permitir que la boca sane y prevenir posibles complicaciones. Aquí hay algunas cosas que no se deben hacer después de una limpieza dental:
– No fumar o consumir productos de tabaco: el tabaco puede aumentar el riesgo de infección y retrasar la curación después de una limpieza dental.
– Evite alimentos y bebidas frías o calientes: Alimentos y bebidas muy calientes o frías pueden causar sensibilidad y dolor después de una limpieza dental.
– No consuma alimentos duros o pegajosos: Alimentos duros o pegajosos pueden causar irritación o desplazamiento de las encías recién limpiadas.
– No se cepille los dientes con demasiada fuerza: Cepillarse los dientes con demasiada fuerza puede irritar las encías y causar sangrado.
Es importante seguir las recomendaciones de su dentista y esperar la cantidad adecuada de tiempo para curar antes de volver a su rutina normal. Consulte a su dentista si tiene preguntas o inquietudes sobre cualquier restricción después de una limpieza dental.
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